LA PROPUESTA

FUNDAMENTACIÓN

Preservar la memoria ha constituido siempre uno de los imperativos esenciales dentro del judaísmo. Es un mandato que se encuentra consignado en la Torá, Pentateuco, en el libro de Dvarim, Deuteronomio 32:7, donde dice:

«Recuerda los días de antaño, comprended los años de generación y generación, pregunta a tu padre y él te habrá de narrar, tus ancianos, y ellos te habrán de decir».

La transmisión de los mayores a las jóvenes generaciones es un proceso indispensable para construir la identidad colectiva. Y para que esta se dé, es necesaria la creación de espacios de diálogo e intercambio.

A través del proyecto Eduiot (Testimonios), propiciamos el encuentro entre familiares de desaparecidos judíos durante la Dictadura Militar en la Argentina y jóvenes estudiantes de las escuelas secundarias de la Red Escolar Judía.

En Isaías, capítulo 54, versículo 13, leemos:

«Y todos tus hijos serán enseñados por el Eterno; y se multiplicará la paz de tus hijos».

De acuerdo con el texto, cada nueva generación estará preparada para continuar con la tradición de transmitir los valores de la paz, la verdad y la justicia.

Comentan nuestros sabios, refiriéndose al versículo de Isaías:

«No los llames tus hijos, sino tus constructores».

En la tradición rabínica, los hijos son los constructores. No son solo nuestros hijos o nuestros alumnos, son los forjadores de la memoria, son los arquitectos de aquello que nos trasciende: son los custodios de la identidad, son testimonio vivo contra el olvido. Le dan voz y ponen en acción aquello que algunos pretenden olvidar.

El sitio Eduiot nos confronta con el registro – en formato fotográfico y audiovisual – de los testimonios que los familiares (padres, madres, hermanos, primos, sobrinos) han dado a los jóvenes, acerca de la vida de estos desaparecidos.

Nos permite dejar páginas en blanco y llenarlas cuando otros familiares deseen acercarse a los jóvenes para compartir sus propios testimonios. Porque todos son importantes y tienen gran valor. Porque nunca más deben repetirse estos sucesos oscuros de nuestra historia, y porque deseamos que cada uno de los desaparecidos pueda tener un espacio de recordación en este sitio y podamos así, acompañar a las familias en la misión de sostener viva su memoria y el reclamo de justicia.

DERECHOS HUMANOS Y JUDAÍSMO

La Declaración Universal de los Derechos Humanos y sus raíces, tal como los concebimos en la actualidad, tienen su origen en la profunda y amplia “Biblioteca del Judaísmo”: la Biblia, la literatura rabínica, la Ley Judía y las exégesis que de estos textos se desprenden hasta nuestros días.

La Biblia, de hecho, pone en claro lo que está bien y lo que está mal, lo falso y lo verdadero (Deut. 11,26-28; 30,15). El premio o el castigo, según el cumplimiento de los preceptos, se aplica a todos, desde el Rey hasta el último israelita.

Esta universalidad se funda en el hecho de que todos los hombres han sido «creados a imagen de Dios», tal como lo define el relato del Génesis. El profeta Malaquías expresa con claridad la postura del judaísmo respecto de la obligación de respetar los derechos de todos los hombres «¿No tenemos todos nosotros un mismo Padre? ¿No es un solo Dios el que nos ha creado?» (Malaquías: 2,10). La igualdad esencial de todos los hombres creados por Él es indicador absoluto de que debemos aceptar y celebrar la “humanidad” que nos define.

Los valores del humanismo tienen anclaje en los textos judaicos y, como consecuencia, el diálogo entre la cultura universalista, las sociedades democráticas, los estados de derecho y las fuentes judías tienen siempre la posibilidad de ser estimulantes y fecundos.

En tiempos de la Dictadura Militar, y en virtud de estas creencias, un grupo de intelectuales y profesionales judíos fundó el Movimiento Judío por los Derechos Humanos, cuyos principios están sustentados en los textos judaicos.

QUIÉNES SOMOS

En el 2014 invitamos a las escuelas de la Red Escolar Judía a sumarse a un proyecto de toma de testimonios a familiares de desaparecidos judíos. La respuesta fue positiva e inmediata, y el compromiso de docentes y alumnos generó, y sigue generando hasta hoy,  un espacio único de encuentro e intercambio.

En AMIA consideramos a la memoria, unos de los pilares de nuestra tradición.
Desde el Vaad Hajinuj, la memoria es un eje central de muchos proyectos y actividades que se plantean a las escuelas.

Los familiares de desaparecidos judíos son colaboradores permanentes de todas las propuestas que surgen para mantener viva la memoria y el recuerdo de sus seres queridos.

Para que Nunca Más se repita lo sucedido es necesario recordar y seguir contando la historia.

Colaboradores: Asociación Familiares Desaparecidos Judíos.
Escuelas participantes: Martín Buber, Hatikva, Scholem Aleijem, Talpiot, Tarbut, Toratenu y Yeshurún.